viernes, 26 de junio de 2009

“LAS CLAVES DE LA MEDITACIÓN”

CONFERENCIA DE MADHAVA. ZARAGOZA 20/04/09

Kalki
Buenas tardes a todos, y gracias por venir. Ya veis que el aforo no ha sido suficiente. Hace un par de meses hicimos en otro lugar y medio aforo se quedó vacío. Muchas veces no se sabe calcular, pero bueno, así estamos más arropados, más en familia. Como sabemos algunos de nosotros hacer posturas extrañas pues ya nos iremos adaptando a las posiciones también.
“LAS CLAVES DE LA MEDITACIÓN”

Hoy tenemos aquí con nosotros a Manuel Paz, Madhava, fundador de nuestras Escuela de Yoga, Sanatana Dharma. Hace 32 años comenzó la andadura de la Escuela. Él lleva muchos años dedicado al entrenamiento en el campo espiritual y de desarrollo humano y nos va a hablar sobre las claves de la meditación.

Para hablar de la Meditación, hace falta alguien que se haya dedicado toda una vida a meditar. Si nosotros queremos saber algo sobre el mar, habrá que preguntarle a algún marinero, algún pescador, ¿no? Para saber sobre la Meditación, pues que mejor que una persona que ha dedicado toda su vida, no media vida, toda su vida a la Meditación. Y entonces hoy seguramente pues nos va a aportar esas claves sobre la meditación. Porque parece que la Meditación se ha puesto de moda, en este momento. Cuando no estaba de moda también ya meditaban algunos, pero bueno.

Gracias a todos por venir. Es una alegría enorme contar con tanta gente, tanta Alma necesitada de meditación. Un abrazo a todos y aquí os dejo con Madhava.

Madhava
Buenas tardes. [Señalando al micrófono]. Esto cuánto más te acerques mejor se oye, ¿verdad? Esto es como la Meditación.

Muy bien., pues parece que toca hoy hablar sobre la Meditación. ¿Qué es la Meditación? La Meditación es la única técnica que podemos decir que es una técnica de Yoga y todas las demás técnicas, habidas y por haber, son para preparar la Meditación. Es decir, no se puede alcanzar el Yoga si no es a través de la Meditación.
Tenemos que aclarar lo que entendemos por el Yoga. El Yoga es el conocimiento de la Verdad de uno mismo y la unión consciente con esa Verdad. Se comienza por percibir esa verdad y hay que culminar el proceso realizándola, eso es todo un proceso. El Yoga comienza en realidad cuando meditamos por primera vez, hasta ese momento somos aspirantes al Yoga, aspirantes. En el proceso de la Evolución humana hay que pasar por diferentes fases y la culminación de esa evolución está en la realización de la verdad de uno mismo, que es aquello que llamamos el Ser. Aquello que en nosotros no cambia. Y entonces, desde que aparecemos en el Reino Humano hasta que se culmina todo el proceso de la Evolución, hay que hacer un largo camino. Al principio, de ese camino, la humanidad, las personas, evolucionan en grupo, en grandes grupos, de millones de personas, de cientos de miles de personas, que están sometidas a una misma experiencia,,.. los terremotos, accidentes de tipo grande, guerras,... Entonces vemos que hay millones de personas que son afectadas por una situación y todos están viviendo una experiencia, cada uno desde su perspectiva y circunstancias, pero todos están en la misma experiencia. Esa es la forma de evolucionar.
Cuando estamos aquí y venimos aquí no sabemos ni donde estamos, ni a que hemos venido, si venimos a algo, si venimos de algún sitio, si tenemos que ir a otro, y entonces evolucionamos a la fuerza. Evolucionamos a la fuerza de los acontecimientos que producen experiencias de las cuales vamos aprendiendo y vamos creciendo.
Eso nos lleva mucho tiempo, pero poco a poco en la medida en que el hombre va teniendo esas experiencias, individuales y colectivas, llega un momento en que se tiene que hacer preguntas. Y se hace las preguntas ¿Cuál es el sentido de todo esto? ¿Por qué tengo que vivir esto? ¿Qué he hecho yo para merecer esto? ¿Esto tiene algún sentido? Y entonces cuando el hombre empieza a hacerse preguntas, pasa a una siguiente fase en el Sendero de la Evolución, que es lo que se llama el Sendero Probatorio. Entonces en grupos más pequeños pero todavía muy numerosos, y como dice su nombre, va siendo sometido a pruebas. A pruebas que la vida nos pone, porque tenemos que seguir aprendiendo. Aquí no hemos venido a pasarlo bien ni a pasarlo mal ni a ganar dinero ni a tener hijos ni a formar familia, no hemos venido a nada de eso. Hemos venido a aprender y aprendemos teniendo las experiencias que produce todo eso, teniendo que trabajar, teniendo que sufrir, reír, teniendo que construir una familia, atender a los hijos y todas estás cosas. ¿Sí?

Pero eso no es lo importante, sino la experiencia que producen todas estás situaciones y las cosas que no estoy aprendiendo. ¿Y qué es lo que tenemos que aprender? Pues muy sencillo. El Sendero probatorio termina cuando en el hombre se ha ido desarrollando lo que conocemos como la moral natural. Es decir, en el astanga yoga, el primer escalón se llama Yama, que es los 5 puntos que hemos tenido que ir desarrollando como consecuencia de todas esas experiencias a las que hemos sido sometidos durante infinidad de tiempo.
Esos 5 puntos son (Y eso es lo que marca este punto de cambio, del sendero probatorio al nuevo sendero que se llama el sendero del discipulado. el sendero del discipulado en el ocultismo y en términos del Yoga, el sendero inferior del Yoga). Entonces cuando en el hombre se dan estos 5 puntos (en el hombre genérico, en la persona), está preparado para hacer ese cambio y para acometer otra forma de caminar por el Sendero.
Esos 5 puntos son.

1º) el no dañar. Hemos tenido que sufrir la experiencia de dañar y de ser dañados. Hemos hecho de verdugos y hemos tenido que vivir la experiencia de víctimas. Esto es la ley del Karma, por eso tenemos que vivir las experiencias y las situaciones desde todos los ángulos. Una vez nos toca de verdugo, la siguiente nos toca de víctima. ¿Y para qué? Para aprender. ¿Y que tenemos que aprender? A no dañar. En este caso a no hacer daño. Cuando somos verdugos, pues incluso puede ser divertido, hacer daño a los demás, pero cuando somos víctimas, no nos hace ninguna gracia. ¿A que no? Entonces está es la primera de las conclusiones a la que tiene que llegar el Alma en nosotros, que es no dañar.
2) La siguiente es veracidad. La veracidad ¿qué es? Así de una forma simple la veracidad sería no decir mentiras, pero no es eso. La veracidad es no engañarse a uno mismo. ¿Por qué? Porque nosotros necesitamos constantemente engañarnos a nosotros mismos, y vamos construyendo personajes. Es decir, todos construimos un personaje para ocultar nuestras carencias. De allí viene el famoso dicho “dime de que presumes y te diré de qué careces” ¿Por qué? Porque nos construimos un personaje contrario a lo que nos pasa. Si eres tímido, te construyes un personaje de valiente, de que vas y lo puedes todo, y así. Siempre nos construimos el personaje contrario ¿y construimos ese personaje por qué? Porque vivimos de apariencias. Estamos en un Mundo, y sobre todo en estos momentos, donde la cultura de la imagen tiene mucha fuerza y entonces todos cultivamos la imagen, la imagen. La imagen. ¿Qué es la imagen? La imagen es una mentira que nos inventamos para dar el pego y entonces gastamos infinidad de energía en parecer algo y no nos ocupamos absolutamente nada en ser. Todo el mundo gasta cantidad de energía en parecer y ¿cuánto dedicas a ser? Dice ¿Hay que ser o qué? Ah, pues no me había enterado hasta ahora. [Risas] Pues claro, hombre. ¿Por qué? Porque tenemos que parecer que somos algo,
Tenemos que ser algo, no tenemos que parecerlo, pero en estos momentos todo el mundo está cultivando el parecer, es decir, el personaje, eso es falso. Con algo falso no podemos crecer, no podemos desarrollarnos. Yo no puedo trabajar con algo que no existe, que es la mentira. Tengo que trabajar con algo que existe, con lo que soy, con lo que tengo. De ahí viene la veracidad. Aceptarse uno mismo tal como es. Por ahí empieza y con eso tenemos que trabajar, porque solo con eso, podemos crecer, podemos cambiar, podemos evolucionar, pero cultivando algo que es falso, nos quedamos estancados, nos quedamos quietos parados. Eso no da frutos, la mentira no da frutos… Solo lo que es cierto y verdadero es lo que da frutos, entonces lo que tenemos que hacer es ver que es lo que somos, aceptar eso que somos y trabajar con eso que somos. ¿sí? Y olvidarse del personaje, porque el personaje es un monstruo que nos devora. No se sostiene por si solo. Hay que darle mucha energía. Hay que ponerle mucha energía para sostenerlo. En el momento que no le pongas energía se te cae. ¿Por qué? Pues porque no es verdad, es mentira, porque es falso. En cambio si somos algo no tenemos que ponerle energía a eso. Somos lo que somos. Y lo que somos seremos siempre, no se si me explico. Le pongamos energía o no es lo que somos. ¿A que le tengo que poner energía? A lo que no somos. ¿Por qué? Porque en cuanto no le pongas fuerza se cae. No se sostiene. Bien, pues este es el segundo punto: Veracidad.

El tercero es no robar. El 4º es no codiciar y el 5º es continencia.

3) ¿Qué es la continencia? Buscar el justo termino medio de todas las cosas. Ni comer demasiado ni comer demasiado poco. Ni dormir demasiado ni dormir demasiado poco. Ni trabajar demasiado ni trabajar demasiado poco. Hay que buscar el justo termino medio de todas las cosas, eso es la continencia. Y eso se sabe muy bien ahora que va a llegar el verano dentro de poco. Pues todo el mundo para ponerse el traje de baño empezará a contenerse [Risas] A contenerse de comer, a contenerse de... ¿Por qué? Por que no le entra la talla del año pasado. La vida nos enseña de muchas maneras esa es una de las formas también en la que tenemos que aprender a contenernos. Si no lo hacemos por inteligencia y porque comprendemos que eso es lo justo y necesario, lo haremos por otras cosas. El caso es que tenemos que aprender a buscar el justo término medio de todo. Esa es la continencia.

4) El no codiciar, La codicia es la madre de todos los crímenes, detrás de todos los crímenes, siempre hay codicia. Y robar ya sabemos. ¿Cuántas veces hemos tenido que robar y ser robados para llegar a la conclusión de que no hay que robar? Toda esa experiencia anterior a llegar a esa conclusión nos lleva a obtener el Yama, es decir los 5 puntos: No dañar, Veracidad, ser uno mismo, lo que uno es, y con eso tenemos que trabajar. No robar, pues buscar la forma justa de obtener lo que necesitamos en la vida No codiciar. La codicia nos lleva a robar, a matar a lo que haga falta con tal de obtener eso que codiciamos,

5) Y la continencia, porque si nos vamos a los extremos, en los extremos ¿qué existe? Dolor y sufrimiento siempre. Porque ¿qué es el dolor? Ayer me preguntaba uno. “Nadie me ha sabido decir lo que es el dolor. ¿Qué es el dolor?” Pues el dolor es la forma de hablar del cuerpo. El cuerpo físico nos habla, como todos los cuerpos. Pero ¿Cuál es su voz? ¿De que manera habla? Habla a través de la dualidad placer-dolor. El placer y el dolor se experimentan en el cuerpo físico. Cuando algo le va mal duele, cuando algo le va bien, entonces experimenta placer. La satisfacción de todas las necesidades primarias produce placer. ¿Tienes hambre? ¿El hambre qué es? ¿Placer o dolor? [preguntando] Dolor. Entonces cuando comes y te sacias, vas saciando el hambre ¿qué ocurre? Vas experimentando placer, pero como experimentas placer y dices “oye, eso que bueno es”. Pues dices. “voy a seguir comiendo”. [Risas] Ahora ya no como por hambre, ahora como por placer y ¿qué ocurre? Me paso. Y cuando me paso, ¿qué es lo que sucede? Dolor. ¿Por qué? Ahora me he pasao, me mareo, tengo ganas de vomitar... ¿Veis? El cuerpo nos habla, cuando necesitamos algo duele. Cuando nos pasamos duele. ¿Dónde está la virtud? En el justo término medio, entre las dos bandas del dolor. Allí. Eso es así siempre, por eso tenemos que ir buscando y dándonos cuenta siempre. Pero es la forma de hablar del cuerpo, ahora si escuchamos al cuerpo físico, veremos que hay zonas donde está doliendo y hay zonas donde nos sentimos a gustito, es decir, placer. Donde duele... algo está pasando. El cuerpo nos está hablando. Por eso pongamos atención allí y arreglemos eso. Porque es la voz del cuerpo que nos está hablando y nos está diciendo lo que le pasa. Hay que aprender a escuchar al cuerpo físico. Eso es el dolor, el dolor no es nada malo. El dolor es simplemente una alarma. Es la voz del cuerpo físico que nos está diciendo ¡eh! Pon atención aquí que está pasando algo. A ver. Arregla esto. ¿Sí? ¿Y el placer? Pues aparece cuando las cosas van bien, pero claro, si buscamos el placer por el placer, que ocurre, que nos pasamos y cuando nos pasamos aparece otra vez el dolor. Eso hay que buscar.

Eso a nivel físico, pero a nivel emocional aparece el sufrimiento. El sufrimiento no se experimenta en el cuerpo físico, se experimenta a nivel de emociones. El sufrimiento es una emoción. Entonces con el sufrimiento pasa lo mismo. ¿Qué es el sufrimiento? El sufrimiento es el papel corrector de la trayectoria de nuestra vida. Es decir, que cuando nos desviamos del camino que tenemos que ir, ¿de que manera se sirve el Universo para que no nos desviemos demasiado? Pues aparece el sufrimiento. Y como a nadie le apetece sufrir, se escapa de eso y va buscando otro camino. ¿qué se equivoca? Aparece otra vez el sufrimiento y dice: “parece que siempre nos equivocamos porque el sufrimiento siempre está.” [Risas] Por eso hay que ir al Yoga, para aprender lo que tenemos que hacer, para dejar de sufrir.

Ese es el trabajo. Esa es la enseñanza de Buddha. ¿Qué enseñó Buda? La enseñanza de Buda iba dirigida a los pueblos de Asia, que no... [Alguien del público se levanta y se sienta en una silla vacía que hay junto a Madhava] [Sorpresa y risas]
- ¿Quieres decir algo?
- Hola. Me duele el culo.[Risas]
- Ves. ¡Ha aprendido la lección! [Risas]
- Mucho mejor. Disculpa, eh
- Nada.
Bien. ¿Estábamos con Buddha, no? [Risas] Su enseñanza va dirigida a los pueblos que eran ateos, es decir, que no creían en el Espíritu ni nada por el estilo, no podía hablar de esas cosas. Entonces ¿de que hablo? ¿Cuál era la base de su enseñanza? El sufrimiento, la enseñanza del sufrimiento. El dice: “todos los seres humanos sufrimos”. Nadie está exento del sufrimiento. Y ¿cuál es su enseñanza? La forma de liberarse del sufrimiento y para eso dio el Noble Óctuplo Sendero, que son los 8 pasos que hay que dar para liberarse del sufrimiento.[Suena un móvil] Fíjate que bien que tenemos ya hasta banda sonora. Esto es como Hollywood. Igual. [Risas]
Bien. El sufrimiento existe ¿por qué? ¿Aquí hemos venido a sufrir? NO. A ver, decir conmigo: “¡No!” ¿Entonces por que sufrimos? Porque no sabemos. Porque no sabemos lo que tenemos que hacer para dejar de sufrir. Y esa es la enseñanza del Yoga, y va más allá.

Cuando el hombre llega aquí, a este punto, que ha desarrollado de una forma natural a través de las experiencia de la vida, lo que llamamos el Yama, los 5 puntos de la moral natural. Esto no es algo que se ha inventado alguien. Esto es la conclusión a la que llegamos todos, después de las experiencias de la vida. Una vez y otra y otra, tantas veces como sean necesarias, para que lleguemos a está conclusión. Y cuando llegamos a está conclusión, algo en nosotros ha llegado a está conclusión y está esto asentado de alguna forma, entramos en otra fase de la evolución, y ésta en grupos pequeños. A las personas en grupos pequeños se les pone bajo la dirección de un Maestro, que les va a enseñar cual es la Meta a alcanzar, cual es el camino y cuales son los medios de los que se tiene que valer para caminar por ese camino y alcanzar la Meta. Eso es lo que se llama sendero del discipulado o sendero inferior del Yoga y este va desde que empezamos en Yoga y comenzamos a saber de estás cosas, hasta que se medita por primera vez. Es decir, en todo este proceso, desde que empezamos a conocer la existencia de algo en nosotros que no cambia, que no tiene principio y no tiene fin, hasta que conseguimos percibirlo, este es un sendero, un largo sendero, en el cual ¿Qué hemos hecho? Nos hemos ido preparando para llegar a meditar. Y con esa primera meditación se produce lo que se llama la primera iniciación, que nos va a abrir la puerta del sendero superior del Yoga o el sendero iniciático. Que nos va a llevar desde esa primera percepción de la Verdad en nosotros mismos hasta su realización final. Pero de eso ya hablaremos otro día. Ahora lo que nos interesa es esa fase que va desde el Yama hasta la primera meditación, en la cual vamos a percibir que es eso que llamamos la Verdad de uno mismo, que llamamos el Ser, que llamamos la Verdad o lo Real. ¿Sí?

¿Qué es lo que tenemos que hacer y qué es lo que tenemos que aprender para alcanzar esto? Meditar dicen que es la cosa más difícil del Mundo. Que sea difícil no quiere decir que no se pueda hacer, sino que es difícil. ¿Cuál es la diferencia entre algo fácil y algo difícil? Que lo fácil se hace sin esfuerzo y lo difícil hace falta más tiempo y más esfuerzo. ¿Qué es más fácil? ¿Subir al Moncayo o al Everest? ¿Al Moncayo? ¿Es más fácil? Pero ¿qué es lo que hay que hacer para subir al Moncayo y al Everest? Pues igual, lo mismo. Dar un paso y después de ese paso otro y hasta el final. Hay que hacer lo mismo, entonces por que es más difícil uno que otro. Porque uno está aquí y hay que dar digamos que mil pasos y el otro está allí y hay que dar un millón de pasos. ¿No? ¿En qué reside la dificultad? En que cuesta más esfuerzo y más tiempo. ¿Si o no? Pues eso es. Las cosas difíciles no es que sean imposibles o no se puede hacer, sino que requieren un trabajo continuado, un esfuerzo, una dedicación. Hay un dicho chino que dice “Aquel que vence a un enemigo es un gran guerrero, aquel que vence a diez enemigos es un guerrero mayor, el que vence a cien todavía es mayor guerrero, el que vence a diez mil guerreros es el guerrero más grande del mundo, pero aquel que se vence a sí mismo es superior a todos ellos”. Es decir, ¿qué es lo que hay que hacer para alcanzar la meditación? Hacerse dueño de uno mismo. ¿de uno mismo en qué? En ese aspecto que llamamos el Yo inferior o el aspecto inferior del hombre. Eso que en nosotros es la parte animal o bestial, la que funciona automáticamente, por si sola. Tenemos que hacernos dueños de esto y todo eso es lo que va a preparar la meditación.

En realidad para meditar hacen falta pocas cosas. Solo hacen falta dos cosas, solo 2 (así que tampoco es tan difícil.¿no?):
1) Construir la paz interior, y
2) El silencio
Construir la paz y construir el silencio. ¿Es difícil esto??? [Risas] ¿Se puede hacer? Pues claro, hombre. Estamos en ello. Entonces si se puede hacer ¿Cuál es el problema? ¿Qué tenemos que hacer para construir la paz en nosotros? ¿Para construir la paz que es lo que tenemos que hacer? Pues muy fácil, eliminar el conflicto. Es decir, ¿Cómo construimos la paz? La paz no es algo que se compra y decimos, venga, 14 toneladas de paz [Risas] ¿Cuándo aparece la paz? Cuando quitamos lo que no deja que aparezca la paz y ¿Qué es lo que no deja que aparezca la paz? El conflicto. Dos chavales se están peleando y dice “Venga, hacer las paces- ¿Cómo hacen las paces? Pues dejando de pelear. Eliminando el conflicto. Y en nosotros hay conflicto ¿si o no? [Si] Bueno, pues entonces ya podemos empezar a trabajar. ¿Y en donde reside el conflicto? El conflicto reside en el juego de las emociones. El juego de las emociones produce conflicto. ¿Lo veis? Entonces ¿Cómo resolvemos el conflicto? Esa es la pregunta del millón, no? Cómo hacemos eso? Pues es muy sencillo, fijaros bien, ¿Qué hay que hacer para eso? Cuando vais a la Escuela de yoga y hacéis respiraciones y hacéis asanas y hacéis relajación, ¿qué es lo que estáis haciendo realmente? Estáis haciendo un ejercicio para estar tranquilos, para los nervios, para quitar el estreñimiento, [Risas] para que circule mejor la sangre, para dormir mejor, para discutir mejor el marido con la mujer, ¿no? ¿Sí o no? Pues no. [Risas]. ¿Qué es lo que estáis haciendo? Estáis trabajando para construir la paz. Dentro de vosotros, como consecuencia de eso, ocurrirá todo lo demás, todo lo que hemos dicho y muchas mas cosas. ¿Por qué? Porque esos son los efectos colaterales del trabajo que estamos haciendo. Claro, cuando vamos a la Escuela, hablamos de los efectos colaterales como lo más importante, porque todavía no estamos preparados para comprender lo más importante. Entonces, hablamos de lo colateral que es lo que nos interesa. Dice “A mi me duelen las piernas”. Pues nadas pónselas invertidas y te quedas fantástico. Oye, ¿sabes que funciona esto? Se lo voy a decir a mi vecina porque también le pasa lo mismo. Y funciona. Pero esa es la zanahoria que nos ha traído a hacer estás cosas. Pero lo importante, lo realmente importante es que cuando hacemos eso estamos trabajando para construir la paz en nosotros. Eso si que es importante. Las personas no somos malos. Porque hay muy poquitos malos en el Mundo. (alguno ya habrá) [Risas], pero muy poquitos, pero hacemos daño. ¿Y por que hacemos daño? Porque estamos llenos de conflictos. Y cuando el conflicto sale fuera, al que le coge le hace daño. ¿a que si? Pero no es porque le queramos hacer daño, es que.. me sale el genio. Claro, ¿te sale qué? Lo que tienes. Si estás lleno de conflictos te saldrán conflictos. Y al que está delante, pues hombre. Al que está delante también está lleno de conflictos, también le sale el suyo [Risas] y así vamos por la vida.

Ese es el trabajo que tenemos que hacer ahora. Y hasta que no construyamos la paz en nosotros, ni pensar en meditar, porque es inútil. Primer paso obligado sin el cual no se puede ir más adelante es construir la paz. Y para construir la paz, tenemos que hacernos dueños de nuestro cuerpo físico y de nuestras emociones y deseos. Nuestro cuerpo físico, todos lo conocemos. Es el que actúa, el que respira, el que come, el que duerme y todas estás cosas. Y el cuerpo emocional es el que tiene emociones y tiene deseos. ¿Sí o no? El cuerpo físico, ¿Qué es lo que tenemos que hacer? Pues tenemos que hacernos dueños de el, como con los demás. Tres son los cuerpos que constituyen lo que llamamos la persona, la personalidad, o el Yo inferior. Lo que llamamos el Hombre en general, hombres y mujeres pero se le conoce con la palabra genérica Hombre, ¿no? Tres cuerpos, físico, emocional y mental, cada uno de estos sirve para algo diferente, el físico sirve para actuar. Este es el instrumento de la acción, con este actuamos. El emocional sirve para el deseo, el emocional es el motor de la acción. ¿Qué es lo que nos mueve a actuar en el Mundo? El deseo. ¿el deseo nos mueve hacia adonde? Hacia donde está el objeto del deseo. Que el objeto del deseo está en una montaña, no te preocupes que terminaras en la cima de la montaña, ¿Qué el objeto del deseo vive en la calle Pez, nº4, 3er piso? Nunca has pasao por allí, pero a partir de ahora ya verás como vas a pasar. A ver si te haces el encontradizo y es que pasaba pro aquí. Que casualidad, ¿verdad? Casualidad nada ha sido el deseo que ha movido a tus piernas a ir a la calle del Pez y para una y otra vez por delante del portal del numero 4, cosa que nunca hacías hasta ese momento. Y así funciona ¿veis? Y el cuerpo de la mente sirve para el conocimiento. Estos son los 3 dharmas evolutivos, el conocimiento, el deseo y la acción. Y cuando se suman los tres nos da el cuarto, que es la síntesis o el yoga. Es decir, no hay yoga si no hay conocimiento, deseo y acción. Para que el conocimiento y el deseo y la acción se desarrollen y funcionen correctamente tenemos que hacernos dueños del cuerpo físico, del emocional y mental. Comenzamos con el cuerpo físico, estamos trabajando con las respiraciones, con las asanas, con la relajación, ¿por qué? Porque los 3 están relacionados. Y lo que hace uno, hacen los otros 2. Si tranquilizamos el cuerpo físico, se tranquilizan las emociones y se tranquiliza la mente. Si nuestro cuerpo físico está nervioso, excitado, las emociones están disparadas y la mente también, ¿si o no? Por eso al trabajar con el cuerpo físico estamos trabajando indirectamente con los otros cuerpos. Pero fijaros bien, porque estos 3 dharmas evolutivos, acción, deseo y conocimiento, dan lugar a las 3 vías del yoga clásicas. Al karma yoga o yoga de la acción, bakthi yoga o yoga del deseo enfocado, o devoción y gnagna yoga o yoga del conocimiento. Y cuando se juntan los 3, y se dan los 3, se produce la síntesis de los 3 en equilibrio, es entonces cuando se da el raja yoga o la meditación. Es decir, que tenemos que hacer, hacernos dueños de los 3 cuerpos.

Nuestro cuerpo físico lo tenemos que poner que este relajado y tranquilito, para poder resolver los problemas del cuerpo emocional. ¿Cómo resolvemos los conflictos del cuerpo emocional para construir la paz? Pues a través del trabajo con el cuerpo físico y sobre todo con unas técnicas muy precisas y puntuales que son las técnicas de respiración. Cuando respiramos amplia y profundamente, cosa que no hacemos todos los días ni a todas horas ¿O sí? ¿Qué es lo que ocurre? Que la sangre se oxigena más. Al aumentar el nivel de oxigeno en la sangre, ¿Qué es lo que ocurre? En nosotros, el sistema nervioso tiene 2 partes, que es como si fueran 2 sistemas nerviosos diferentes, aunque es uno solo.. El sistema nervioso central y el sistema nervioso neurovegetativo. El sistema nervioso central está formado por el cerebro, el bulbo raquídeo y la médula espinal (el cerebelo y todos los órganos y luego los nervios que salen de ahí y llegan a todas las partes del cuerpo). ¿Qué energía nerviosa lleva este sistema nervioso? La energía motora, es decir. Yo muevo la mano porque dentro de las neuronas que están en los centros, surge la orden, es decir la energía que hace que se muevan los músculos. Estoy hablando ¿por qué? Porque hay una energía nerviosa que llega aquí y puedo construir las palabras. Es decir, ese es el sistema nervioso central. Cuando la energía vuelve de la periferia (cuando sale lleva una energía motora), cuando vuelve lleva una sensitiva. Lleva la información de lo que ocurre aquí afuera (frío, calor, dolor...). Sí. La lleva al interior. Y así. Este es el movimiento trófico de la energía nerviosa, de la energía nerviosa central. Sale motora y vuelve sensitiva, con la información, pero el otro sistema nervioso, el desconocido, ese, el neurovegetativo, (vegetativo ¿qué significa? El de la vida), Ese, lleva una energía inteligente. ¿Por qué? Porque ese controla todas las funciones del cuerpo. Todas. Absolutamente todas. Es decir, cuando se tienen que segregar determinadas enzimas, jugos gástricos, cuando se tienen que segregar determinadas hormonas, en que momento, a que hora, como se tienen que reproducir las células, como se tienen que morir las células. Todo esto y mas está dirigido. Es decir, la vida del cuerpo está dirigida por el sistema nervioso neurovegetativo. Nosotros ahora, habremos comido hace un tiempo y se está dando o produciendo la digestión, se está dando el metabolismo de las células. Se está haciendo millares de reacciones químicas en nuestro cuerpo. Millones de reacciones químicas en nuestro cuerpo en estos momentos. ¿Y qué? ¿se están haciendo solas? ¿O hay algo o alguien que dirija todo ese proceso sin que nosotros nos enteremos? Pues si. El sistema nervioso neurovegetativo se encarga de todo eso. De que se hagan todas las funciones del cuerpo con precisión. Fijaros bien, eh? Ese es el sistema de la vida. Muy importante esto. Porque aquí entra el quid de cómo podemos construir el Yoga, como podemos construir la meditación. Fijaros bien. Cuando uno tiene un accidente y se rompe la medula espinal ¿Qué ocurre? Que desde donde se ha roto para abajo se queda sin movimiento y sensación. ¿Por qué? Porque se ha roto el S. Nervioso central, pero ¿los órganos y las células de ese cuerpo se mueren o siguen funcionando? ¿Por qué? ¿Quien les hace seguir funcionando? ¿Quien mantiene la vida de esos órganos y de esos tejidos y de esas células? El sistema nervioso neurovegetativo. Ese no se ha roto. Ese sigue estando allí y por eso uno puede estar sin movimiento, y sin sensación desde las orejas para abajo y sin embargo su cuerpo sigue estando vivo. Ese es el drama muchas veces ¿verdad? Está vivo ¿Por qué? Porque el s. Nervioso central se ha roto, pero el neurovegetativo no. Y ese es el que tenemos que utilizar ene el Yoga. Bueno, utilizamos todos, pero ese especialmente. Fijaros bien porque el s. N. Neurovegetativo tiene 2 ramas. (Esto ya sabéis). La simpática y la parasimpática, canal 1 y canal 2 que son antagónicas, Es decir, cuando funciona el simpático, los músculos se contraen, las mandíbulas se aprietan, los ojos se dilatan, la respiración se hace superficial [Respiración entrecortada] Cuanto más simpáticos estamos mas, mas... tensos estamos. Y dice, mira que simpático este ¿no? No solo simpático, sino hiper-simpático.[Risas] Pero cuando funciona la otra rama, la parasimpática, ¿Qué ocurre? Para significa supremo. Es decir, este todavía es mucho mas simpático. Supremos simpático, ¿no? ¿Qué función tiene? Pues todo lo contrario, los músculos se relajan, la boca se llena de saliva, el aparato digestivo funciona bien, el diafragma se desbloquea, en el otro se bloqueaba. Estamos contentos, todos contamos chistes, nos reímos, jajaja, jijiji, jugamos, nos queremos. Con el otro reñimos, hacemos la guerra. ¿Con cuál de estos 2 pensamos que tenemos que trabajar para alcanzar el Yoga? Con el que relaja o con el grr. Con el parasimpático, ¿verdad?

Si el funcionamiento del neurovegetativo es inconsciente e involuntario, ¿cómo podemos hacer para funcionar a voluntad en uno o en otro? Directamente no podemos. No le podemos decir al parasimpático. Ala, funciona, venga. Ahora quiero que funciones tu ¿Y qué? Pues no. Nada. Pero ¿Cómo puedo hacer que esto ocurra? Pues utilizando la única puerta que existe, que nos han dejado para hacer esto, que es la respiración. Todas las funciones del cuerpo son involuntarias excepto la respiración, que puede ser voluntaria o involuntaria. Es decir, cuando queremos cambiar el ritmo de la respiración lo podemos hacer. No podemos hacer eso con el corazón. A ver late mas deprisa. Pues no. No podemos hacer eso con la sangre. Venga, circula mas deprisa. Pues no. Pero si podemos hacer eso con la respiración ¿A que si? Fijaos bien porque este detalle es lo que nos permite que se produzca el yoga. ¿Por qué? Cuando nos inventaron, dejaron a la respiración liberada, como los teléfonos móviles. Liberados. Porque en algún momento necesitaríamos hacer el Yoga y la única forma de hacer el Yoga y profundizar para alcanzar el Yoga es a través de la respiración. Si la respiración fuese involuntaria, no podríamos hacer el Yoga. Pero como tenemos esto, podemos, controlando la respiración, modificar el funcionamiento del neurovegetativo, del parasimpático al simpático, del simpático al parasimpático. Si yo respiro de una forma agitada y superficial, respiración de perro, ¿qué pasa? Que al cabo de algunas respiraciones se me van contrayendo los músculos y me va entrando mal genio. Si respiro de una forma amplia y profunda, moviendo el diafragma, ¿qué ocurre? Pues todo lo contrario que empieza a funcionar el parasimpático, el músculo se relaja, el diafragma se relaja, el aparato digestivo funciona perfectamente (en el otro lado se bloquea). Por eso a veces cuando uno se baña en agua fría le da un pasmo de estos y se dice, “se le ha cortao la digestión” ¿Qué ha ocurrido para que se le corte la digestión, ¿qué ha pasado? El parasimpático, necesario para hacer la digestión (por eso después de comer estamos casi siempre contentos, porque estamos en el parasimpático), cuando entras en agua fría, se bloquea todo, pasa de golpe toda la energía al simpático, y se produce un shock. Se bloquea el avance digestivo y se te ha cortado la digestión. No es que se te haya cortado la digestión, es que el aparato digestivo se ha bloqueado. Y eso puede matarte. Se dice “Se ha muerto de un corte de digestión”. Mentira. E un corte de digestión no se muere nadie. Se muere porque se le ha parado el corazón. El shock que se produce... Claro que se te corta la digestión. Se corta la digestión y todo. Lo que te ha matado ha sido la paralización del corazón. ¿qué ha ocurrido allí para que ocurra esto? Pues ese paso, de repente, repentino, de la energía del parasimpático al simpático, ese shock, te mata. (Te puede matar. No te mata siempre).
¿Qué tengo que hacer entonces para construir el Yoga? Hace un momento estábamos hablando de construir la paz. ¿Qué tenemos que hacer para construir la paz? Ponernos en el parasimpático. Cuando nos ponemos en el parasimpático empezamos a experimentar bienestar, tranquilidad, calma, entonces, si seguimos profundizando allí, ¿qué ocurre? Que se segregan en la hipófisis y en el tálamo (el tálamo son las paredes del diencéfalo laterales. [Suena una sirena]
- Descanso. [Risas]
A ver, se segregan endorfinas y encefalinas, es la misma sustancia, solo que cambia el nombre, porque unas se segregan en la hipófisis y otras en los talamos. ¿Y que es lo que hacen las endorfinas? Las endorfinas inhiben el dolor y las emociones. Es decir ¿qué es inhibir el dolor? Pues que se pierde la sensación del cuerpo físico. El dolor y el placer. ¿Y que es inhibir las emociones? Las emociones desaparecen. Si hemos dicho que las emociones son la causa del conflicto, si eliminamos la causa del conflicto, el conflicto desaparece. Y en ese momento, si no hay conflicto, ¿qué hay? Paz. Yo no digo que hay que inhibir las emociones para vivir. Estoy diciendo que hay que inhibir las emociones para meditar. No para relacionarnos con los demás. Una cosa es lo que hacemos aquí afuera y otra cosa es lo que tenemos que hacer aquí para alcanzar ese punto que es donde se encuentra nuestro objetivo, que llamamos la Verdad o el Ser. Es decir, en ese momento, se inhiben, por la secreción de esas sustancias. Esto es científico. Lo hacen en estado de relajación profunda. Se hacen incluso operaciones sin anestesia, operaciones menores, porque el paciente no experimenta dolor. Porque las encefalinas inhiben el dolor, como una anestesia. Pero eso es natural, se segregan en el extremo del parasimpático y también del simpático. Es decir, cuando uno está en tensión, una tensión muy fuerte allí hay un momento en que no experimenta dolor, aunque se pegue golpes, le peguen un tiro o lo que sea, y tampoco tienen emociones. Por eso, en esos estados en que nos salimos, uno puede cometer el crimen mas grande del mundo, incluso con la persona que mas quiere. Porque en ese momento, como no tiene emociones, pues no la quiere. Ni siente ni padece. Y no hay nada que le pare. Luego cuando se le pase ese efecto, se echara las manos a la cabeza y dirá ¿qué he hecho? ¿Qué he hecho? ¿Por qué en se momento no se controlaba? Por el estado en que se encontraba, Pero en el otro extremo, el del parasimpático, es todo lo contrario, allí estamos en paz. Estamos en paz. Hemos construido la paz, pero es que además de estar en paz, somos felices, y ¿por qué somos felices? ¿Y porque somos felices? Porque también hemos eliminado la causa del sufrimiento. ¿Y cual es la causa del sufrimiento? El juego de las emociones. Las emociones, todas las emociones generan deseos, los deseos generan apegos, y los apegos generan sufrimiento. Cualquier emoción que tengamos produce sufrimiento. El miedo, cuando tengamos miedo, ¿estamos sufriendo o estamos felices? La ambición. Sufrimiento. La sexualidad. [de todo habrá, dice el chico que se encuentra la izquierda de Madhava][Risas]. La envidia, los celos, la rabia, el afecto, el querer. El afecto y el cariño, producen sufrimiento o no? ¿Qué no? Tu le quieres a alguien y sufres más que nunca. A un niño se le tiene cariño. ¿Y cuando no está el niño que pasa? No está el niño. ¿Dónde se ha metido? ¿Se ha caído por la ventana? ¿Donde está? [Respiración entrecortada, simulando ansiedad] Una angustia por el niño... ¿Por qué? Porque le quieres. Si desaparece el niño de la vecina no te pasa nada [Risas] Pero con el tuyo si. ¿Por qué? Porque es tuyo. ¿Qué significa que es mío? Que estoy apegado. ¿Y que es lo que me apega? El cariño. Y eso me hace sufrir. Toda esa cadena nos hace sufrir. La emoción genera deseo, el deseo apego y el apego siempre sufrimiento. Entonces, ¿Cómo se construye la felicidad? Pues lo mismo que la paz. Si hemos dicho que para que aparezca la paz, tenemos que eliminar el conflicto, para que aparezca la felicidad, ¿Qué es lo que tenemos que eliminar? El sufrimiento. Cuando aparece la felicidad, cuando dejamos de sufrir. Esto parece una perogrullada, pero es así. ¿Y que tenemos que hacer para dejar de sufrir? Dejar de tener apegos. Para dejar de tener apegos, no tener deseos, para dejar de tener deseos, no tener emociones. Y por eso, en el momento en el que se construye la paz, también se construye la felicidad. Pero la felicidad es muy sosa, porque en la felicidad no pasa nada. Uno está feliz. [Risas] Y a nosotros no nos gusta eso. Buscamos la felicidad en donde no existe la felicidad. Buscamos la felicidad, ¿cómo? Construyendo más emociones. Cuanto más intensas, mejor. Para ser felices, nos vamos el fin de semana, a tirarnos por un barranco. [Risas] Y como no estamos contentos, luego nos tiramos del puente. Luego hacemos parapente y luego vamos a la montaña rusa esa, de los parques temáticos, donde la gente pierde las dentaduras, las gafas, la cartera,.. [Risas]. Es un grito constante desde que sales. Ahhhhh. Y luego bajas y dices “¿Qué tal?” “¡De miedo! Lo he pasao de miedo!!” En esos sitios como lo vas a pasar, pues de miedo. Estás con miedo desde que empiezas, desde que piensas que tienes que hacerlo. Es decir. ¿Qué es lo que estamos buscando? ¿Estamos buscando la felicidad? Pues no señor, Eso no es ser feliz, eso es pasárselo muy mal. Por lo menos para mi, pasar miedo es pasárselo muy mal. Yo cuando me lo paso de miedo me lo paso muy mal, porque estoy sufriendo. En cambio, cuando soy feliz no sufro. Entonces allí hay plenitud, pero claro, para eso tenemos que estar preparados, la gente no está preparada para ser feliz, y está preparada para el sufrimiento, y no solo lo busca, es que lo paga. [Risas] Es verdad. Y luego nos quejamos. Pues el Camino del Yoga es el que nos lleva a ese estado de paz. Y ese estado de paz, es el que nos lleva a la felicidad. Y cuando estamos en paz y somos felices, ¿Qué es lo que somos? Buenos, porque el aroma de la paz y de la felicidad es la bondad. Es decir, en ese estado no podemos hacer daño a nadie, ni a nosotros mismos. Por eso la bondad acompaña siempre, como consecuencia a la paz y a la felicidad, que van de la mano. Y todavía estamos lejos del Yoga. Solo hemos construido la paz. ¿Sabéis como se llama la paz en sánscrito? Se llama Shamti, shamti. Entonces el que tiene paz ¿cómo le llamaremos? Santo. ¿Quién es un santo? Un santo o una santa, son seres de paz. Tienen paz. Han alcanzado la paz. Si antes decíamos que si sale el conflicto de nosotros, sale lo que tenemos dentro de nosotros y lo que tenemos dentro de nosotros, hacemos daño, ciando alcanzamos la paz, ¿Qué es lo que tenemos? Paz. ¿Y que va a salir de nosotros? Conflicto? No. En ese momento solo puede salir paz. Irradiamos lo que tenemos. Si hay conflicto irradiamos conflicto, si hay paz, irradiamos paz. Solo podemos dar lo que tenemos, no lo que no tenemos. Podemos engañarnos y engañar a los demás, interpretando un personaje u otra cosa. Pero la verdad es otra. Uno puede interpretar, engañarse a sí mismo y a los demás, pero no cambian las cosas. Si hay conflicto hay conflicto y si hay paz hay paz. Por mucho que nos engañemos. ¿Lo veis? Esto es importante. Y alguno pensara, “pero no podemos vivir así siempre” No. Para relacionarnos tenemos que tener emociones. ¿Sí? Porque si no, no podríamos convivir. Pero que es lo que ocurre ¿Si todos los días de mi vida, voy construyendo un momento de paz, un momento de paz,.. ¿Qué es lo que estoy haciendo? Estoy sembrando una acción. Ese momento de paz es una semilla. Si siembro una acción estoy cosechando un hábito. Cuando voy repitiendo una acción una y otra vez, una y otra vez, voy construyendo un hábito. Y en la medida en que ese hábito se va construyendo y va consiguiendo fuerza, ¿Qué es lo que ocurre? Que sin mucho esfuerzo voy a conseguir esos momentos de paz que he ido sembrando por el camino. Y poco a poco los momentos de paz en mi vida serán mayores que los momentos de conflicto. Hasta que quizás, algún día, todo el día, pueda estar en paz. No se si me explico. Nosotros somos animales de costumbres, pues ¿qué es lo que tenemos que hacer? Cambiar las costumbres malas por buenas. Si tenemos costumbre de estar en conflicto pues tenemos que construir el hábito y la costumbre de estar en paz. En la medida en que vayamos construyendo esto se ira dando por si solo, como ahora se van dando otras cosas. Siembra una acción y cosecharas un hábito. Siembra un hábito y cosecharas un carácter, siembra un carácter y cosecharas una vida. ¿Cómo es tu vida? Como es tu carácter. Dices “Estoy solo” Estás solo porque no te aguanta nadie. Tienes un carácter! ¿Por qué tienes ese carácter? Porque tienes unos hábitos! ¿Y por que tienes esos hábitos? Porque repites esa acción una y otra vez, una y otra vez. ¿Queremos cambiar la vida? Pues cambiemos el carácter. ¿Qué tengo que hacer para cambiar el carácter? Cambiar los hábitos. ¿Cómo cambio los hábitos? Realizando acciones diferentes, ¿Lo veis? Entonces si yo todos los días me siento, respiro, me pongo en el parasimpático, me abandono a la respiración, profundizo en el parasimpático, se segregan endorfinas, profundizo en ese momento de paz, de felicidad, de bondad, todos los días, ¿Qué estoy haciendo? Construir un carácter y una vida. Y una vida que influye en las vidas de los que están a tu alrededor, porque este mundo trabaja con la dualidad estimulo – respuesta. Entonces nosotros cuando somos autómatas, es decir, no controlamos, estamos siempre respondiendo a los estímulos que vienen de afuera. Ese me ha mirao, ese no me ha mirao, fíjate lo que me han dicho, hace sol, que bien. Está lloviendo, que tristeza, vamos así, es decir, todo a nuestro alrededor tiene fuerza, menos nosotros, ¿no? ¿Y por que no haces eso? ¡Que diría el vecino...! ¿El vecino manda en tu vida? Pues si [Risas] Luego vas y te haces el horóscopo. La luna me dice que no se que, el sol me dice que no-se-cuantos, y ¿te influye? Pues claro, no te va a influir. Te influye el vecino, te influye el viento, te influye el tiempo, te influye todo. ¿Por qué? Porque el que mas influencia tiene sobre ti mismo, está dormido. ¿Quién es el que mas influencia tiene sobre uno mismo? Uno mismo, pero si no ejerces, pues todo te influye, menos tu. ¿Si o no? Por eso hay 2 tipos de personas, los planetas y los estrellas. Un planeta necesita siempre la luz y el calor de una estrella y por eso siempre está alrededor de una estrella. ¿Y una estrella? Tiene luz y calor propio. ¿Cómo somos? ¿Planetas o estrellas? Cuando generemos nuestros propios estímulos y nuestras propias respuestas, seremos estrellas, cuando nuestros estímulos sean respuestas a lo que recibimos de fuera, seguimos siendo planetas, ¿Si? ¿Por qué? Pues porque todo nos influye, menos nosotros. Y eso es lo que tiene que cambiar, tenemos que ser dueños de nosotros mismos, de nuestras respuestas, para eso ¿Qué es lo que tenemos que hacer? Yoga. Construir la paz Eso es muy importante.

Bien. Ya hemos construido la paz. ¿Y ahora qué? Pues ahora tenemos que entrar dentro de nosotros. Ya sabéis que existe el mito del Laberinto, existen los cuentos iniciáticos como el de Aladino y Ali Baba. Y todos los acontecimientos, ocurren dentro de algo. En Aladino, dentro de una montaña, en Ali Baba también. El laberinto era una estructura donde era difícil encontrar la puerta, mas difícil entrar, pero salir no se podía, hasta que un día, un héroe, Teseo, ayudado por su novia Ariadna, que le dio el ovillo, porque entonces las Ariadnas tejían No tenían otra cosa que hacer, ¿no? [Risas] En aquel tiempo. Eran otros tiempos, Entonces le dio el ovillo de hilo, y con ese le dijo: Lo atas a la puerta, sigues y con ese podrás encontrar la salida. Gracias a eso, entro Teseo, venció al Minotauro a la Bestia y salió. Estos son alegorías ¿de qué? De lo que ocurre en nosotros, Nosotros, nuestro cuerpo físico, está simbolizado por la montaña, el símbolo de la montaña representa el cuerpo físico, y todos los acontecimientos místicos ocurren en la montaña y en la cima de la montaña. Fijaros bien porque todos los templos del mundo, todos los templos, de cualquier religión, tienen forma de montaña. ¿Los campanarios que son? Los picos de la montaña, las catedrales tienen forma de cordilleras, ¿si? Vamos a la India y tenemos las puntas para arriba, a Egipto también, los portones aquellos que representaban las montañas, ¿por qué? Porque Todos los acontecimientos sagrados ocurren dentro de la montaña ¿Y quien es la montaña? Cada uno de nosotros es la montaña. ¿Qué tenemos que hacer para encontrar lo sagrado? Entrar en la montaña. Entrar en la caverna que hay en la montaña, hasta lo mas profundo. Hasta encontrar eso que está allí en el sancto-sanctorum. Es difícil entrar en la montaña. ¿Por qué? Porque estamos siempre fuera. ¿Dónde está nuestra vida? De aquí para afuera. ¿Qué es lo que buscamos en la vida? Lo que está de aquí para afuera, los objetos que están allí. ¿Por qué? Porque es lo único que percibimos. Percibimos diversos objetos a través de los 5 sentidos, de la vista del oído, el olfato, el gusto y el tacto, los 5 sentidos. Y entonces vivimos siempre fuera de la montaña. Y dentro de la montaña nos escapamos, porque nos asusta, por eso el hombre ha inventado un montón de distracciones y diversiones. ¿Para que ha inventado el hombre tantas distracciones y diversiones? ¿Sabéis para qué? Para escaparse de si mismo. Porque cada vez que está a solas, se lo pasa muy mal y tiene que salir de allí corriendo. Con los amigos, al cine, películas, a lo que sea, con tal de no estar a solas consigo mismo. Divertirse ¿Qué significa? Llevar la atención a otro lado. En la guerra dice, hacer una operación de diversión. Eso no es ponerse a bailar delante del enemigo, eso es llevar la atención a otro lado, para atacarle por donde no está atento. ¿Si o no? Divertirse que significa. ¿Llevar la atención a otro lado. ¿A otro lado de donde? De ti mismo. Si hay una cosa buena, si hubiese una cosa buena del Yoga, ¿Sabéis lo que es? Que nos hace amigos de nosotros mismos. Que cuando vamos al Yoga, por primera vez quizás en nuestra vida, podemos estar a solas con nosotros mismos sin escaparnos, durante un rato. ¿Y empezamos a qué? A estar allí con nosotros y a ayudarnos a nosotros mismos, respirando, relajando, trabajando con nosotros, sin asustarnos, sin escaparnos. ¿Qué es lo que nos da el Yoga a ese nivel? Comenzamos a hacernos amigos de nosotros mismos. ¿Qué es un amigo? Aquel que te comprende y que te ayuda. Cuando comenzamos el Yoga empezamos a ayudarnos a nosotros mismos y terminamos comprendiéndonos. Nos estamos haciendo amigos de nosotros mismos, aunque ya solo fuera eso lo que nos proporcionara el Yoga, ya seria algo fantástico, porque toda nuestra vida nos estamos escapando, estamos corriendo. ¿Escapándonos de qué? De nosotros mismos. Que nos asusta estar con nosotros mismos. La mente nos machaca y tenemos que salir, salir, salir. Entonces ahora ha llegado el momento de lo contrario. Tenemos que ir del mundo externo a l mundo interno. Tenemos que pasar al interior de la montaña. Tenemos que ir allí y ¿Cómo hacemos ese cambio del exterior al interior? Pues muy sencillo, aquello que nos saca es lo que nos va a ayudar a entrar. ¿Qué es lo que nos saca de la montaña hacia fuera? Los sentidos, ¿no? ¿Cómo percibo el mundo externo? Pues con la vista, el olfato, el gusto el tacto. Si me quedo sin vista ¿Qué pasa? Una parte del mundo externo desaparece. Quedan los sonidos, los olores, los gustos, pero bueno, ¿Y si pierdo el oído? ¿Y el olfato? ¿Y el gusto? ¿Y el tacto? ¿Qué ocurre? ¿Dónde está el mundo externo? Ha desaparecido, ¿no? Para nosotros. Pero ¿hemos dejado de existir? ¿Entonces donde estamos existiendo? Dentro de la montaña. Es decir, ¿Qué es lo que tenemos que hacer para pasar de fuera a dentro? Pues llevar los sentidos hacia dentro. Al desconectar los sentidos de fuera el mundo externo desaparece y aparece el mundo interno. YA estamos dentro del laberinto. ¿Por qué el laberinto? Porque allí hay muchos caminos. Pero no todos nos llevan a donde tenemos que ir. ¿Y dentro del laberinto que había? Estaba la bestia, mitad hombre, mitad toro. ¿Qué representa la bestia? Pues representa nuestras pasiones, nuestras fantasías, nuestros delirios, nuestras mentiras, todo eso que nos destruye, y cuando nos vamos allá dentro, nos vamos a encontrar con todo eso. ¿Y como podemos caminar ahí, sin perdernos en el laberinto, sin caer en las fauces de la bestia? ¿Cómo podemos hacer eso? Como hizo Teseo. Cogió el hilo de Ariadna y eso le ayudo a entrar y salir victorioso en el laberinto. ¿Qué representa Ariadna y el hilo de Ariadna? En los mitos, en las historias iniciáticas, la princesa, la prometida, la novia, ¿Qué representa? La sabiduría. ¿Cuál es el mensaje? Que solo podemos entrar y salir victoriosos del laberinto, siempre y cuando lo hagamos con sabiduría. Es decir, con el hilo de Ariadna, con la sabiduría Sabiendo lo que tenemos que encontrar allí y donde está y adonde tenemos que ir, y donde no tenemos que ir. ¿Os acordáis del cuento de Aladino? ¿Qué le ocurrió a Aladino cuando el Maestro le llevo a la montaña, dijo unas palabras mágicas, abrió la montaña. LE dijo. Mira hay unas escaleras, baja por ahí, encontraras un pasillo y allí al fondo, sigue hasta el fondo, encontraras un objeto y me lo traes. Pero no te salgas del camino, porque si te sales del camino, la montaña se cerrara y te atrapara dentro de ella, y así bajó Aladino, pero a los lados de la montaña, desde el camino, desde el pasillo que estaba recorriendo, empezaron a surgir visiones y voces, que le llamaban a Aladino. Y le decían: “Aladino, ven”, “Aladino, toma”. Todo lo que Aladino había deseado, todo lo que Aladino había soñado, apareció entonces a los lados del camino. Y Aladino iba detrás, y el Maestro le decía desde fuera: “Sigue el Camino, no te salgas.” Pero al final ¿qué ocurrió? Que Aladino se salió y la montaña se cerró. Y Aladino se quedó atrapado en la montaña. ¿Os acordáis? Pues eso no es más que un símbolo de lo que ocurre en nosotros. Cuando entramos en la montaña, hay un camino y hay una meta, y si nos salimos de ahí nos perdemos, por eso no podemos entrar allí de cualquier manera. Podemos entrar de cualquier manera, otra cosa es que salgamos, victoriosos. Tenemos que entrar con sabiduría, sabiendo lo que tenemos que encontrar y a donde tenemos que ir y adonde no tenemos que ir, entonces, cuando hacemos pratihara, (pratiahara es el control de los sentidos), pasamos del mundo externo al mundo interno. Y ahora ¿Qué hacemos allí? ¿Adonde vamos? ¿en el mundo interno, adonde vamos? Eso es lo que tenemos que saber. ¿Qué es lo que tenemos que encontrar ahí? Tenemos que encontrar la verdad de nosotros mismos y ¿Qué es eso que llamamos la verdad? Aquello que en nosotros no cambia. ¿Y que es la no-verdad? Aquello que está constantemente cambiando. Hay un ejercicio, de discriminación, que se hace con la mente, con la razón, para ir poco a poco centrándonos en esto que no cambia ¿no? En la Verdad. Y te haces las preguntas: ¿El cuerpo físico cambia o no cambia? ¿Cambia? Pues es no-verdad. No es la verdad, es no verdad ¿Las emociones cambian o no cambian? Pues es no-verdad. Los pensamientos ¿cambian o no cambian? Pues es no-verdad. Entonces ¿Qué es lo que no cambia en mi? ¿Hay algo en mi que no cambie? Si cambia el cuerpo físico, las emociones, y los pensamientos, ¿Qué hay más además de eso? Muy sencillo. Estoy yo. Yo siempre soy el mismo. Yo siempre soy el mismo. Nunca soy otro. Nunca he sido otro ni nunca seré otro. Soy el mismo, cuando mi cuerpo era pequeñito, que tenia tres años, era yo, luego creció, tenía siete, allí con cara de bobo, haciendo la primera comunión. Era yo. A los 21, yo, A los 30, yo. A los 40, sigo siendo yo. El cuerpo diferente, las emociones, diferentes, los pensamientos, diferentes, todo diferente, pero yo sigo siendo el mismo, no soy otro. Y para eso no hace falta ser muy sabio. A cualquier persona, le presentas el libro, el álbum de fotos de la familia y te dice, cuando te está enseñando: “Mira, yo cuando tenía 3 años. Yo cuando tenía 7” Yo cuando tenía 14, yo cuando tenía veinti... Pues no te pareces en nada, ¿no? ¿Pero que está diciendo? ¿Qué está reconociendo? Está reconociendo yo, yo, yo, yo. Ese yo es el mismo aunque el cuerpo sea diferente, aunque las emociones, si le hubieran sacado la foto de las emociones, fueran diferentes, y si hubieran sacado la foto de los pensamientos, los pensamientos diferentes, pero él se reconoce una presencia que es la misma en todos esos momentos. ¿La presencia de quién? ¿de yo? ¿Quién es ese Yo que es el mismo? ¿Dónde está? ¿Está aquí? ¿Dónde está? ¿Cómo lo puedo ver? Meditando. Pero al menos ya se algo que está allí. Algo no cambia. ¿Quién soy yo? ¿Lo que cambia? ¿O hay algo allí que no cambia que está ahí? Pues hacia eso me tengo que dirigir. Hacia eso. Y no a todo lo demás que va a aparecer. Pensamientos, emociones, va a aparecer de todo y nosotros tenemos la tendencia de ir detrás de un pensamiento, detrás de una emoción, detrás de... de una película que aparece allí en la mente ¿no? Y detrás de todo. Pues no. Tenemos que ir hacia eso que en nosotros no cambia. Y permanecer ahí. Y cuando la mente se va, traerla. Y si se vuelve a ir, traerla. En el Baghavad Gita, aparecen dos personajes, Krishna y Arjuna, el Maestro y el discípulo. Y el Maestro, además, que es Krishna, representa al Ser, a la Verdad en el hombre. También son símbolos en la alegoría, en una historia. ¿Y que le dice? ¿Qué tiene que hacer para alcanzarle? Solo lo justo. Mantén la mente siempre concentrada en mi y cuando se aleje, la traes, cuando se aleje la traes, es decir, dos, mantener la mente. ¿Por qué? Porque la mente es el timón de la trayectoria de nuestra vida. ¿Adonde vamos? Adonde está dirigido nuestro pensamiento. Hay una ley que dice que el hombre se convierte en lo que piensa. Lo que somos ahora es lo que hemos pensado hasta ahora. Si os gusta pues seguís pensando igual [Risas] y si no pues habrá que cambiar el pensamiento.

Entonces ¿Adonde tenemos que ir? ¿Y cómo caminamos hacia allí? Enfocando la mente. Es decir tenemos que concentrar la mente. Tenemos que enfocar la mente en el objeto de nuestra búsqueda. En la meta que tenemos que alcanzar. Y con esto ¿qué conseguimos? Conseguimos por lo menos dos cosas. Primero, dirigirnos correctamente y evitar los peligros que nos puedan acechar por allí y segundo, el silencio, construyo el silencio. ¿Y como se construye el silencio? Hemos dicho como construir la paz. Ahora como construimos el silencio. Hay 5 estados de la mente, la mente puede estar en 5 estados: la mente muda o la mente dormida, es decir, la mente en blanco. Algunos dicen que para meditar hay que poner la mente en blanco. Pues ese es el estado primitivo de la mente del que nos ha costado salir tanto tiempo ¿no? Cuando la mente está en blanco eso es lo que popularmente se denomina como estupidez [Risas]. Cuando alguien dice: “eres un estúpido”. Está diciendo que tiene la mente en blanco. Y si te responde ¿eh, eh? Es que está en blanco. [Risas]. Ese no es un estado de Yoga. Y además los fines de semana la gente se gasta mucho dinero, para alcanzar ese estado. Y no es un estado yóguico ¿no? [Risas]. Y llega el domingo por la mañana, a las diez de la mañana, después de toda la noche sin dormir, de todo el fin de semana y dice “Pepe” ¿Ehh? Está con la mente en blanco, pero no está meditando. [Risas] Está muy lejos de la meditación. Sería tan sencillo... ese es el estado de estupidez, la mente estúpida, dormida. Segundo estado: la mente dispersa. La mente dispersa, es el estado popular. La mente a la que todo el mundo está suscrito. [Risas] La mente comienza con pensamientos, pasa a otro, pasa a otro, pasa a otro, y no se queda en ninguno. Esa es la mente del mono, el mono está siempre moviéndose, no para nunca quieto. Pues la mente es igual. Comienza pensando en una cosa ¿Qué vamos a cenar está noche? Pues fideos. ¿Fideos? Oye, pues a propósito de fideos, aquellos tebeos del Jabato, donde salía Fideo de Mileto, ya no... Oye y el Capitán Trueno. Jo. El Capitán Trueno. Hablando de capitán, el otro día vi una película, donde salía un capitán, con un avión, joder, ¿y el viaje del año pasao en el avión? ¿Donde estará la tía Enriqueta?, porque…, puso tanto interés en el avión la tía Enriqueta... También esa, que mala suerte. Que le ha salido... Es que no se como. Es que no somos nadie, ¿eh? No somos nada en la vida. No se que será de nosotros. Y va la mente, empieza en un pensamiento. ¿Dónde habíamos empezado, para llegar a la tía Enriqueta? En lo que íbamos a cenar, en los fideos de la noche ¿no? Y así va la mente, caminando de un lado a otro. Eso la mente dispersa. ¿Entonces que tenemos que hacer con esa mente dispersa? Recogerla. Tercer estado: el recogimiento de la mente. Esto no se da de forma natural, tenemos que hacer un trabajo para recoger la mente. Ese trabajo se llama Avhyasa yoga. Avhyasa yoga es una técnica de gnana yoga, del yoga de la mente, es decir, cuando hay que hacer Avhyasa yoga, cada vez que pensamos. ¿Cuando pensamos? A todas horas, ¿no? Pues a todas horas hay que hacer Avhyasa yoga. ¿Qué quiere decir? Avhyasa yoga tiene 2 partes. Una: observar el pensamiento y otra dirigir el pensamiento. Primero tenemos que darnos cuenta del pensamiento, observar el pensamiento y segundo, elegimos un objeto para concentrarnos en el y entonces a ver que observamos y si la mente está pensando en otra cosa, dirigimos el pensamiento hacia el objeto, ¿Qué se va? La traemos. ¿Qué se va? La traemos... Eso es Avhyasa yoga. Y cuando por fin se consigue mantener la mente en el objeto que hemos elegido que se concentre, eso es el 4º estado, que es el estado de concentración. ¿Cómo alcanzamos la concentración? Pues trayendo la mente una y otra vez, cada vez que se va. Y recogiéndola. Y al final conseguimos que se quede en el objeto. Si mantenemos la concentración en el objeto durante un cierto tiempo, Vivekananda decía que 12 sg. Doce segundos, que producen un cambio y mantenemos un tiempo la mente concentrada y pasa al 5º estado de la mente, que es el estado de Niruda, estado en el que la mente parece que no está, ha desaparecido. Si ha desaparecido, que no ha desaparecido, que está ahí, pero parece que no está ¿no? ¿Qué es lo que se ha producido? El silencio interior. ¿Por qué? ¿Qué es lo que rompe constantemente el silencio interior? La mente que está constantemente hablando como un lorito. Bla-bla-bla-bla. Y contándonos todo. Yo ahora estoy hablando y vosotros me estáis escuchando, ¿verdad? Pues no. [Risas] A mi no me estáis escuchando. Estáis escuchando a vuestra mente que os está contando lo que yo estoy diciendo, a saber lo que os cuenta [Risas] ¿Veis? Fijaros si seria sencillo. Escucho y ya está. Pues no. La mente, nos tiene que contar todo, ¿no? Y encima está poniendo notas a lo que pone, Pues yo no me creo eso. Pues no se. Eso se lo habrá inventao, [Risas] pues no-se-que,... Claro, no hay silencio. Bla. Bla, bla, bla. Hay allí una verborrea interna que eso es el no-silencio, ¿no? Pues tenemos que producir el silencio. ¿Cómo construimos el silencio? Eliminando la mente. ¿Cómo hacemos que la mente desaparezca? Concentrándola. Cuando concentramos la mente, ¿qué estamos haciendo? Estamos pensando. No hemos dejado de pensar. No hemos puesto la mente en blanco. Estamos pensando, pero pensando en un solo objeto. En una sola dirección, esa es la técnica, para construir el silencio. No es dejar de pensar, sino pensar, concentra la mente y cuando está concentrada y la mantenemos concentrada, por si solo, se produce un fenómeno, que es ese estado, 5º estado de la mente, que es el estado de Niruda. Y es en el silencio, que se produce la meditación, Y allí percibimos esa verdad, de nosotros mismos. Hemos dicho que la verdad es lo que no cambia. Esa presencia que está allí, que es siempre es la misma, y como no cambia, no nace y no muere, que son los dos grandes cambios que se dan en la vida. El nacimiento y la muerte. Aquello que no cambia, no puede nacer y no puede morir, y eso es siempre. Lo que nace y muere es lo que cambia. Pero lo que no cambia no. Y es allí en esa primera percepción, de la verdad de nosotros mismos, que comienza el Yoga, el Yoga con mayúsculas. Hasta ese momento somos aspirantes. Dice Patanjali en los sutras (los sutras son frases cortas que encierran un gran conocimiento, porque entonces, como no había papel ni lápiz, pues había que aprenderse las cosas de memoria, hace muchos años, miles de años). Entonces, el Maestro repetía las enseñanzas pero en frases cortas y los discípulos las repetían y las memorizaban. Escribió 4 libros de sutras donde concentro todo el conocimiento del Yoga. En los 4 primeros sutras se da la clave de lo que es el Yoga. Dice: Sutra 1: Om. Ya está. Si entiendes esto lo demás te sobra [Risas] Y si no, pues tendremos que hablar más. Dos: El Yoga se alcanza mediante la supresión de los pensamientos y todo aquello que los estimula. Pensamientos y todo aquello que los estimula, es decir, pensamientos. Si eliminamos pensamientos, se construye el silencio. ¿Qué estimula los pensamientos? Pues el juego de las emociones, los sentidos, ¿no? Todo eso. Hemos tenido que ir trabajando con eso, consiguiendo la paz y pratihara. Sutra nº3. Alcanzado esto, el yoghi, conoce la verdad de si mismo. Se conoce como es en realidad. Es decir, conoce la verdad de si mismo. Alcanzado esto, el Yoghi se conoce tal y como es en realidad. Y sutra 4 Hasta ese momento el aspirante se identificaba con sus cuerpos y el conocimiento de esos cuerpos (el cuerpo físico, las emociones, los pensamientos,...) hasta encontrar lo que somos en realidad, que es lo que se consigue en la meditación. Percibir la Verdad de nosotros mismos. Ahora no ha terminado nada, comienza un largo camino, el camino de realizar eso que hemos percibido. Lo que percibimos lo tenemos que realizar.

¿Qué es realizar? La palabra realizar significa convertirse en lo real. También a esa verdad le llaman lo real y a lo que cambia, lo no-real. Es decir, lo que está constantemente cambiando, ¿no? Bien, pues ese es el trabajo de la Meditación. ¿Veis? ¿Qué hay que hacer? Construir la paz y construir el silencio. ¿Qué tenemos que hacer para construir la paz y construir el silencio? Aplicar las técnicas. Practicar con las técnicas. ¿Por qué? Porque practicando con el cuerpo físico, hemos visto cual es el nexo de unión con lo emocional y con lo mental, que es el sistema nervioso neurovegetativo. A partir de ahí, trabajamos con las emociones hasta que desaparecen Y trabajamos con la mente, hasta que parece que no está. Hemos construido la paz. Hemos construido el silencio. ¿Qué hemos utilizado? Asana, pranayama, relajación, mantras, lo que haga falta. ¿Cuál es el objetivo de todas las técnicas? Construir la meditación y en la meditación alcanzamos el Yoga, al percibir la Verdad de nosotros mismos y posteriormente, realizar esa Verdad. Y desde esa verdad, tenemos que ir luego expresando, expresándonos allí afuera. Y para esa expresión desde la Verdad, tenemos que utilizar esos vehículos, esos instrumentos, que son la mente, las emociones, los deseos y el cuerpo físico, pero ahora no son los que mandan, como al principio, ahora son los instrumentos, de la Verdad. Aquí hay dos caminos uno que va dentro y encontrar lo que hay dentro y luego sacarlo aquí fuera. ¿Para qué? Para traer el Cielo, que es donde está eso que llamamos la verdad a la Tierra que es el Infierno, lo inferior, lo mas bajo. Traer eso aquí. Y en la medida en que nos vamos acercando a esa Verdad, se van produciendo en nosotros el despertar de unos poderes, que son los poderes de la Verdad, los poderes del Ser, los poderes del purusha, como se llama. Y esos poderes son 5. El primero es: Dharma, el poder de ayudar a los demás. No se puede ayudar si no tienes el poder de ayudar. El segundo es arta, el poder de conseguir lo que se quiere, el tercero es kama, el poder de ser feliz y disfrutar. El cuarto es el no ser afectado por nada. Ni por el éxito ni por el fracaso, ni por el insulto ni por el halago,... por nada. Y el 5º es la realización. Pero siempre hay una realización desde el principio, porque eso son las características del Ser. En la medida en que el Ser aflora hacia fuera se van produciendo esas características que se filtran a través de la personalidad o Yo inferior. Ese es el proceso y ¿para que esto? Pues para ayudar a los demás también. Para servir en ese trabajo de ayudar a los demás a encontrar el Camino, caminar por el camino a la Meta y conseguir percibir y realizar la Meta. ¿Lo veis? Este es el trabajo del Yoga. No se si os ha gustao [Risas ]. Si tenéis alguna pregunta, alguna duda, podéis preguntar ahora. Creo que nos hemos pasao un poco, pero bueno. Bueno, en cualquier caso, muchas gracias a todos, por haberme dado la oportunidad de estar aquí. [Aplausos]. ¡Sed felices! Ya sabéis el Camino.